Hola de nuevo, amables lectores.
Sean bienvenidos a una nueva entrada en este blog, la número 91 desde Septiembre de 2007. Esta vez, la entrada será referente a una celebración que recuerda el Puerto de Veracruz, puesto que hoy cumple 490 años. Les agradezco dejarme comentarios, no sin antes decirles que este blog no es de noticias... no es noticiario, vamos, ni periódico virtual. Únicamente tiene la finalidad de dar a conocer aspectos relevantes de historia, cultura y política pero sin ningún fin periodístico, puesto que no podrían poner ni ustedes ni yo un comentario subjetivo con respecto a algo que acontezca. Y con respecto a mi postura sobre las personas extranjeras que vienen a México a trabajar, no es que sea nacionalista, simplemente pónganse en los zapatos de nosotros los chavos mexicanos... no tenemos muchas oportunidades de empleo y las pocas que hay, nos las ganan los extranjeros no por tener simpatía, carisma o por experiencia, sino por cuestión social, "malinchista", vamos. Es por ello que apoyo a los mexicanos, no tiene que ver con sentido nacionalista. En fin, vayamos con la entrada de hoy.
En 1517, Diego de Velázquez, auspiciado por el Rey de España, Carlos V, autorizó expediciones que partirían de la isla de Cuba hacia el lado continental de las nuevas tierras descubiertas con anterioridad por Cristóbal Colón. Ese año, zarpó de la isla una expedición comandada por Francisco Hernández de Córdoba, quien llegó a costas yucatecas. Ahí trató de someter a los indígenas mayas, quienes le respondieron prácticamente matando a una buena parte de sus hombres. Llegó después a Campeche, y en Champotón fue derrotado también por indígenas de la región, quienes lo hirieron de muerte. Hernández de Córdoba había fracasado en su expedición, pero dejó precedente para continuar una ruta al continente.
En 1518 partió otra expedición de Cuba, esta vez comandada por Juan de Grijalva. Realizó la misma ruta que siguió Hernández de Córdoba, sólo que él llegó hasta las costas de Tabasco y después regresó a la isla de Cuba. Ya no se adentró más en tierras americanas continentales.
Pero uno que sí se aventuró a ir más allá de donde habían llegado Hernández de Córdoba y Grijalva fue el último expedicionario que mandó Velázquez: Hernán Cortés, por cierto, primo de quien fuera el conquistador del Imperio Inca, Francisco Pizarro. Cortés siguió la misma ruta que los 2 primeros pero él llegó a costas de lo que ahora es Veracruz. En la actual población de La Antigua, Cortés fundó la Villa Rica de la Vera Cruz (Vera Cruz significa la Verdadera Cruz). Además, en las costas también fundó la fortaleza de San Juan de Ulúa (San Juan porque habían llegado a Veracruz en el día de San Juan Bautista y "Ulúa" porque fue una malinterpretación de los españoles quizá de los vocablos "acolúa" o "culhúa", que les querían decir los indígenas que esas tierras pertenecían a los acolhuas [es decir, al imperio azteca]). Así pues, el 22 de Abril de 1519, Cortés fundó también el Primer Ayuntamiento de América Continental, el de la Villa Rica de la Vera Cruz, antes de continuar su expedición hacia México-Tenochtitlan.
A lo largo de la Colonia, Veracruz fue el puerto a donde llegaban la mayoría de las naves procedentes de Europa (principalmente de España). Aunque Acapulco también fue el puerto que comunicaba al Virreinato de la Nueva España con Asia y el Oriente en general, Veracruz fue más importante debido a su cercanía con la Madre Patria. Además, por Veracruz no sólo llegaban mercancías, sino también los Virreyes o miembros de la realeza española que gobernarían a la Nueva España. Por eso, Veracruz fue llamado y considerado durante mucho tiempo como "La Puerta de México hacia el Mundo".
Durante todo el siglo XIX, Veracruz fue un punto estratégico y vulnerable a la vez, en la República Mexicana. Estratégico porque el gobierno sabía que si se llegaba a ocupar el Puerto habiendo una invasión, se podría tapar al enemigo sin posibilidades de salida hacia el mar. Vulnerable porque en todas las guerras que tuvo México con los países, si el enemigo tomaba Veracruz (cosa que ocurría siempre) el país prácticamente estaba perdido. Fue en este siglo también (XIX) que el Puerto recibiría a los Emperadores de facto mexicanos, Carlota y Maximiliano. También, San Juan de Ulúa sirvió como cárcel del Presidente Benito Juárez durante un tiempo y el puerto se convirtió en Capital de la República durante otro período. Además, el Gobernador Manuel Gutiérrez Zamora fue de los pocos que recibió a Juárez y al Gobierno Republicano en tiempos de intervención. También en Veracruz llegó a vivir el dictador Antonio López de Santa Anna y también por ahí se fue al exilio, del cual volvería muerto para ser sepultado en el Panteón del Tepeyac, en la Ciudad de México.
En el siglo XX, Veracruz volvió a ser sitiado, no sin antes ser testigo de la partida también al exilio (pero eterno) del General Porfirio Díaz. El 21 de Abril de 1914, justamente un día antes de celebrarse la fundación de Veracruz, el Puerto fue sitiado. La pronta actuación de la población jarocha y de los cadetes de la Escuela Naval pudo, poco a poco, ir combatiendo la invasión, aunque no fue suficiente. El Presidente Venustiano Carranza también depositó ahí en el Puerto la Capital de la República, de nueva cuenta, tal como lo hiciera en su momento el Presidente Juárez.
Se pueden decir muchas cosas del Puerto de Veracruz, pero si algo es cierto es que, aún con los gobiernos represores que ha tenido, el cacicazgo en el que se ha convertido (por lo menos el Estado), y los malos manejos de las administraciones porteñas, Veracruz vive en su historia, en su gente y en la historia del país mismo.
O ustedes, ¿qué opinan amables lectores? Agradeceré sus comentarios.
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